Marie Anne Dupont Cabrera- Comunicaciones Levapan.
“La técnica del gratinado es una de las más aclamadas por los consumidores, te enseñamos tips para lograrlas y enamorar a tus clientes”
La técnica del gratinado consiste en exponer la capa externa del alimento a una fuente intensa de calor, obteniendo una costra superior crujiente de color dorado y un sabor y textura delicioso y único, protegiendo el interior sin que pierda jugosidad ni aromas . El término “gratinar” nace de la palabra en francés gratter que significa arañar o rascar, debido a la acción de rallar alimentos como el queso, la papa o el pan, productos preferidos para realizar este método por los chefs que implementan la técnicas.
Los platillos más icónicos en los que suele presentarse está técnica como protagonistas son aquellos que en su preparación utilizan la pasta, como los canelones, lasañas o macarrones, debido al uso del queso en sus recetas. Sin embargo, la curiosidad de los chefs ha popularizado la innovación en recetas como las berenjenas gratinadas o las patatas al gratin, reconocidos por ser un excelente acompañamiento en los platillos de la alta cocina.
Aunque el producto tradicional y por excelencia para realizar la técnica es el queso, no se trata de un indispensable, pues se puede realizar con pan rallado, la nata, el huevo, la salsa bechamel, la salsa holandesa, pure o mayonesa. Incluso algunos postres se han sumado a esta explosión de texturas como la crema catalana o el arroz con leche.
A continuación, te daremos 5 consejos para que tus gratinados sean perfectos:
- Es importante conservar el sabor y textura de los demás componentes del platillo al gratinar. Por esto, se recomienda procurar que la preparación a gratinar contenga queso, salsa bechamel o nata para que sus sabores se mantengan hasta el final.
- En cuanto a los quesos que puedes utilizar te recomendamos la mozzarella, el emmental, el cheddar o el queso gruyere, pues estos quesos garantizan una fundición y composición ideal para lograr un plato irresistible.
- La capa a gratinar tiene que estar cerca de la fuente de calor (no más de diez centímetros) y debe controlarse durante todo el proceso para evitar que se queme. Además, podremos mover y girar el recipiente para lograr un gratinado homogéneo.
- Uno de los consejos más útiles para el gratinado se encuentra en la temperatura a la que debes servir el platillo, pues te recomendamos que sea recién salido del horno, para disfrutar las texturas y sabores de la preparación.
- Si vas a recalentar una plato de nuevo y gratinarlo, colócalo en el horno a temperatura media cubierto de papel de aluminio durante diez o quince minutos para que se vaya calentando el interior sin quemarse la zona gratinada y, después, ve aumentando la temperatura y gratina entre 4 y 5 minutos.
¡Complementa tus platillos con está deliciosa técnica y dale nuevas texturas a tu menú!
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