Por: Angélica Fandiño – Comunicación Digital Levapan
Aunque tenga una carta definida e incluso una sazón característica, la cual hace que muchos comensales regresen a su restaurante, también es cierto que las personas se cansan de ver siempre lo mismo, por eso las cartas deben ser flexibles. Incluso si su concepto es de menú fijo, hay que hacer pequeños cambios que garanticen el aumento de la rentabilidad en el negocio y den variedad a sus clientes. Sin embargo, probar con platos no siempre es una tarea fácil, y como en casi todos los negocios, el comensal es quien valida siempre las propuestas.
Para ello, en mercadeo utilizan los muestreos: pequeñas porciones de producto evaluadas con grupos de clientes reales, con el fin de conocer, la aceptación que tiene un determinado plato en el menú, de esta manera podrá saber cuáles son las cosas que le gustan a sus clientes y cuáles no. Así tendrá más seguridad al momento de decidir cuál innovación implementar en el menú.
¿Cuáles son las formas de hacer este muestreo?
1. A través del mesero:
Él se acerca a la mesa, en el ingreso o salida del cliente y, a modo de “obsequio”, ofrece una entrada o postre, cortesía de la casa. Una vez las personas han terminado, el mismo mesero pregunta su percepción y recoge los comentarios más relevantes.
2. Punto de Innovación:
Puede acondicionar un lugar en el establecimiento, de fácil acceso, donde se encuentren mini degustaciones del producto a evaluar. Indique claramente a personas que pueden probar lo que está allí a cambio de dejar su retroalimentación, que puede llenar una encuesta en una Tablet, o en una hoja. Debe ser lago corto, que evalué máximo en 5 aspectos la nueva receta. Incluso se le puede preguntar cuanto estaría dispuesto a pagar por el plato.
3. Varias opciones del mismo producto:
Si va a evaluar un postre o una bebida pero quiere saber cómo mostrarlo de manera apetitosa, prepare el mismo postre pero en diferentes colores, decoraciones, cortes y formas.
En cualquiera de las formas que quiera hacerlo, debe definir el tamaño de la muestra a realizar, es decir, planear a cuántas personas va a aplicar la encuesta y si tiene la capacidad para realizar la prueba. Es necesario conocer los límites, y contar con una muestra representativa. Por tal razón elija el número de personas suficiente que le permita inferir si las opciones son bien recibidas o no, y qué mejoras o ajustes deberá realizar antes de incluir el plato en el menú. Para saber cuánto es una muestra representativa, hay cientos de calculadoras virtuales que, con tan solo colocar el tamaño del universo, en este caso su número de clientes, automáticamente dará como resultado la cantidad ideal para realizar el sondeo.
Por ejemplo si usted vende 2000 platos en promedio al mes, el tamaño de su mercado es de 2000 personas
¿A cuántas le debería preguntar su percepción?
En el siguiente link hay una calculadora muy simple en la que usted solo tendrá que poner el número de personas y él le dará el número de muestras que tendría que hacer para tomar una decisión acertada:
Luego la información obtenida se tabula, es decir que se hace el recuento de las personas que opinaron favorablemente o desfavorablemente.
Si la opinión positiva supera el 70% hay una aceptación del producto, si el valor es inferior a esto es posible que se deben hacer mejoras, o definitivamente no lanzar el producto.
Mientras hace el trabajo de muestreo sus clientes sentirán que les está dando un obsequio, lo cual siempre será bien recibido. Sin embargo, si le dice al cliente directamente que está evaluando alternativas, este se sentirá cocreando con usted, y esa cercanía le permitirá conocer con mayor facilidad lo que piensa de su establecimiento. Esta información es muy valiosa, ya que siempre lo ayudará a mejorar y brindar una mejor experiencia.