Marie Anne Dupont Cabrera- Comunicaciones Levapan.
Los postres son lo último que prueben tus clientes en tu local y su recuerdo será imborrable.
Sin duda alguna los postres son la “cereza del pastel” de la experiencia en nuestro negocio, saber cómo implementarlo en las ofertas del menú es un factor determinante para el consumo y recuerdo de nuestro negocio para nuestros clientes. Aunque algunos comensales no son propensos a incluir el postre en su visita debido a su poca preferencia por lo dulce o porque se encuentra satisfecho, el enseñar que se cuenta con una carta para los postres es una cortesía que no se debe pasar por alto.
Se considera que la carta de postres es un aspecto tan importante como la decoración del lugar, la cordialidad de los meseros, el menú o la calidad de los productos y que muchos restaurantes no suelen tener en cuenta. Se trata de una oportunidad en la que tu negocio se puede destacar y generar una total satisfacción de tu cliente o de aquellos influencers que funcionan como promotores de tu restaurante entre sus seguidores.
Si decides implementar esta carta en tu negocio te recomendamos hacerlo de la mano con un estudio en las tendencias y según las recetas más compartidas en redes sociales, entonces tendremos una estrategia de ventas muy bien orientada al éxito. Un ejemplo de estas, puede ser el uso de recetas que van a pro del medio ambiente o aquellas que son para los amantes de una dieta vegetariana o vegana.
Ten presente que debes cuidar hasta los mínimos detalles, pues una presentación estética de tu carta de postres es un reflejo del cuidado que le das a tu marca y a tu negocio. No importa si son muchos o pocos, súper complejos o sencillos, con sabores innovadores o tradicionales, tus postres deben ser presentados como lo mejor, pues simboliza el concepto que el restaurante tiene de su menú, por lo tanto, hay que mostrar que los postres también son excelentes.
Algunos consejos para componer una buena carta de postres son:
- El formato: Debe ser tan atractivo que motive a mirarla, puede ser en formato físico o digital, pero debe tener un buen manejo de los espacios y de los colores para que los clientes generen un interés genuino así sea para echarle una ojeada. Puedes lograrlo utilizando una frase motivacional o una imagen que despierte los sentidos para el cliente. Debe evitarse la sobresaturación de colores y de imágenes, porque genera confusión. El comensal mira todo el conjunto, pero no distingue nada en especial.
- Las imágenes: La imagen impacta en el cerebro y provoca asociaciones con el sabor de lo que se muestra, de esta manera se generan las ganas de comer. Es decir, las imágenes tienen que ser de gran calidad, pero a la vez realistas. No puede suceder que la fotografía muestre una cosa y cuando el plato llega a la mesa sea otra.
- La tipografía: El tamaño de las letras, también influye en la elección. Es recomendable destacar con letras más grandes y visibles los postres más destacados. Si la carta tiene doble hoja, deben ir en la parte superior a la derecha. Hay una razón de orden psicológico que indica esta ubicación. Está demostrado que esa zona, zona áurea, es una de las que más se fija cuando se mira una superficie.
- El contenido: Se trata de lo realmente importante de la carta, de poco vale un diseño espectacular si los postres no son atractivos por sí mismos o tan deliciosos como se espera. El nivel de calidad y la sofisticación de las preparaciones deben estar en consonancia con la del restaurante. La oferta debe ser variada, para satisfacer todos los gustos y las dietas: aquellos bajos en calorías, frescos, para personas con alergias, alguna opción sin gluten, deben integrarse a una buena carta; la carta de postres debe alinearse con el tipo de comida que se sirve en el restaurante. Si se trata de un restaurante que ofrece platos típicos, los complementos dulces también deberían serlo.
- El tiempo para conocer la carta: Se debe dejar la carta en poder del cliente algún tiempo sin la presencia del camarero. Si este permanece junto a la mesa, ejercerá involuntariamente cierta presión sobre este. El comensal inconscientemente sentirá que tiene que apurarse a mirarla para no demorar al camarero. Entonces, es muy probable que la devuelva con una negativa. Sin embargo, si tiene todo el tiempo disponible, aunque sea por curiosidad, observará la carta.
Algunas de las ideas de postres más recomendadas y favoritas son:
- Mousse de frutas del bosque: Un mousse siempre será una gran opción de postre, por su textura y su sencillez. Especialmente en estos tiempos donde se valoran las preparaciones artesanales y los sabores más puros. Es una opción ligera perfecta, para los clientes que han quedado satisfechos de la comida.
- Soufflé de mango y coco: Proponemos para tu carta un soufflé clásico francés de base, combinado con trozos de mango y un topping de coco. Dos frutas muy atractivas, con dulzor natural, de sabor suave, y con texturas distintas, pues el mango es blando y el coco más crocante y lechoso.
- Pie de limón con merengue: El merengue es un postre indudablemente apetecible, una técnica que sigue siendo popular y que gusta a muchos tipos de clientes. En este sentido te invitamos a ofrecer una versión del conocido pie de limón con una capa grande y extra de merengue en su cobertura. Tener este postre en tu carta también será una garantía de éxito.
¡Anímate a ofrecer una carta de postres en tu negocio y sorprende a tus clientes!
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