Por: Paola Herrera Comunicación Digital Levapan.
Encontrar el equilibrio en cada aspecto del negocio culinario es un proceso de tiempo que lleva consigo errores y aciertos, unos más caros que otros. No solo se trata de dar frutos monetarios, sino además, en compartir experiencias que brinden un servicio de calidad, con el fin de generar mayor captación de público y que este le sea fiel a su restaurante. La clave está en no escatimar de forma excesiva cuando se trata de la calidad del servicio.
Los propietarios pueden pensar en hacer una reducción de costos cuando su restaurante presenta egresos altísimos que al suplirlos dejan utilidades mínimas. Es por eso que se expondrán a continuación los errores más frecuentes cuando se quiere poner en marcha un plan de reducción de costos para su restaurante; evitando caer en desaciertos que comprometan la gestión de su negocio.
Desfase de la productividad: Aterrice sus números y actúe conforme a la capacidad de su restaurante, todo gira en torno al nivel de productividad. No haga cuentas que no vayan acordes con los resultados de su establecimiento, usted como administrador del lugar, sabe mejor que nadie en cuanto oscilan las ganancias, gastos y consumo de servicios e ingredientes. Para ello lleve un registro de las actividades y los patrones que se repiten, es decir; cada mes se atienden alrededor de cierto número de clientes, se consumen determinada cantidad de insumos y la nómina con los servicios se mueven entre ciertos valores.
Falta de trazabilidad: Si no se cuenta con una trazabilidad específica que le permita hacer un seguimiento de la evolución de su restaurante; especificando ingresos, gastos, costos y costos secundarios, probablemente sus ingresos serán mayores que sus gastos e invertirá poco en comparación a lo que verdaderamente necesita. Una contabilidad e inventarios bien llevados le permitirá gestionar su reducción de costos sin que le generen inconvenientes en sus inversiones.
Calidad de insumos: La salida más recurrente pero que a la larga le traerá problemas, es invertir en suplementos de menor calidad con la intención de acotar gastos. Esto no significa que algunos ingredientes por ser económicos; representen un mal producto, todo depende del diseño de su receta, ella le dictará cuáles insumos requiere.
Sus preparaciones son la razón primordial por lo cual el cliente lo visita, por eso es recomendable que no la altere, agregando ingredientes que puedan comprometer la calidad del plato por ahorrarse unos cuantos pesos. Esta reducción de presupuesto, significaría poner en terreno inestable el servicio al cliente, así mismo, evitando invertir en el ambiente propicio para los comensales como el mantenimiento óptimo del lugar, la limpieza y el estado del inventario
Reducción del recurso humano: Un restaurante no funciona eficientemente con una sola persona, es necesario contar con un equipo cualificado que lo respalde en sus procesos productivos y aporte experiencia al lugar. Es un gran error no invertir en el número necesario de trabajadores y en un ambiente laboral apropiado para ellos, porque de lo contrario, se verá afectado su rendimiento, la efectividad del servicio y salud laboral de sus empleados.
Reducción en la inversión de marketing: Un establecimiento gastronómico siempre puede expandirse y llegar a cada vez más clientes, no hay límite para que usted comparta lo que tiene para ofrecer, por consiguiente, recortar demasiado el presupuesto que tiene destinado para su campaña de marketing coartará la capacidad de convocatoria y quedará estancado en el mismo lugar. Esta es la bandera que habla por su restaurante fuera de los muros.
Con estos cinco tips podrá tener una idea más aterrizada de los factores que no puede pasar por alto cuando desee recortar los costos de un restaurante. Gestione sus finanzas y controle el uso de los insumos de manera que no deje de suplir otros aspectos cruciales de su establecimiento para que este no deje de ser uno con calidad.